El trabajo revisa, en forma sucinta, el origen etimológico del Agente
de Aduana en Chile, como también los requisitos que se le exigen para que preste
sus servicios y los principios que lo informan, con el objeto de desembocar en
su naturaleza jurídica y la participación que les cabe en los nuevos Tribunales
Tributarios y Aduaneros de Chile. En esta última parte, el autor reflexiona acerca de
la extensión del mandato conferido al Agente de Aduana y su eficacia al momento
de la comparecencia ante la nueva judicatura tributario aduanera.