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Examinando Libros y Capítulos de libros por Autor "Crisóstomo-Flores, Paz"
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Ítem Capítulo 5: Análisis de la cobertura de femicidios en el noticiero central de TVN (2016-2019)(ESIC editorial, 2025-01-10) Crisóstomo-Flores, PazLa representación mediática de los femicidios en los medios de comunicación y en televisión, en particular, constituye un aspecto central de la forma en que se producen y reproducen relatos sociales sobre la violencia de género. La forma en que se cubre este tipo de acontecimientos no solo es informativa, sino que también produce percepciones, emociones y reacciones ante la violencia extrema de género. El concepto conocido como “agenda-setting”, que proponen McCombs y Shaw (1972), permite entender que los medios no solo reflejan la realidad, sino que también producen la realidad en la forma en que seleccionan aquellos temas que consideran las y los televidentes que son importantes para la discusión pública. En consecuencia, la marginación o la poca cobertura de los femicidios en los telediarios podría tener consecuencias importantes, invisibilizando un fenómeno estructural que afecta a las mujeres del mundo. Ahora bien, la importancia de este artículo radica en la necesidad de analizar la forma en que los medios de comunicación en Chile, en especial el noticiero 24 Horas Central Televisión Nacional de Chile (TVN), dan cuenta de los femicidios. Según la Convención de Belém do Pará (2015), los medios de comunicación tienen una responsabilidad en contribuir a la erradicación de la violencia contra las mujeres mediante una cobertura informativa que respete la dignidad de las víctimas y tenga como premisa evitar la revictimización. De esta manera, el tratamiento mediático de los femicidios constituye un referente para alzar la voz de la sociedad, así como para producir modificaciones en el ámbito de las políticas públicas relacionadas con la violencia de género. La televisión, considerado medio masivo de comunicación, tiene un poder particular para construir y asentar imágenes de la realidad en la mente de los/as telespectadores/as. Tal y como advierte Imbert (2008), la televisión no solo informa, también crea imaginarios sociales, es decir, en la forma como el público/a ve las víctimas y los agresores/as. En este sentido, la televisión tendría un papel de arquitectos/as de historias y personajes con el que transmitir ideas, pensamientos, sentimientos y posiciones que podrían dejar una profunda huella social. Pero al mismo tiempo, ese poder es también una responsabilidad, en el sentido de que una mala representación puede reafirmar estereotipos y posicionamientos para justificar la violencia de género.